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ARIANE 5

Fecha del Primer Lanzamiento: 4 de Junio de 1996
LANZADERA ARIANE 5.
La nueva lanzadera Ariane-5 convertirá en más competitiva a la serie mejorando su rendimiento, reduciendo los costes de lanzamiento, incrementando su fiabilidad y el diámetro del espacio disponible para satélites bajo la cofia.
Un lanzamiento mediante Ariane-5 costará menos que uno mediante Ariane-4, y la nueva lanzadera podrá cargar satélites más pesados y al mismo tiempo ofrecer más fiabilidad.
Ariane-5 puede colocar en órbita de transferencia geoestacionaria dos satélites de 3000 Kg cada uno simultáneamente o uno sólo de masa hasta 6800 Kg, mientras que el Ariane-4 puede llevar una carga útil máxima de 4400 Kg.
El Ariane-5 ofrecerá además acceso a órbitas bajas a Europa de cara a misiones orientadas a infraestructuras espaciales, como la estación espacial internacional Alpha. Puede transportar cargas útiles automáticas, elementos de estaciones espaciales e incluso vehículos tripulados.

La masa capaz de ser lanzada es mayor para otras misiones.
Adicionalmente a su mayor rendimiento para misiones GTO, el Ariane-5 puede colocar cargas de 10000 Kg (por ejemplo, satélites de observación terrestre) en órbita síncrona solar. También será capaz de prestar ayuda en la colocación de la infraestructura de la estación espacial internacional en órbita baja. Su capacidad de ascensión para misiones LEO es de 19 a 20.5 toneladas para una órbita circular a una altitud de 300 Km dependiendo del ángulo de inclinación, que varía de 51.6 a 28.5 grados.
El diseño del Ariane-5 permitirá también realizar misiones especiales, generalmente de naturaleza científica, como por ejemplo colocar una carga de 4500 Kg en órbita de transferencia lunar, llevar a cabo un lanzamiento doble en órbita síncrona solar o lanzar simultáneamente una carga de 3500 Kg en órbita síncrona solar y otra de 2500 Kg en órbita baja.
En Octubre de 1995 tres programas para asegurar el futuro de la lanzadera Ariane-5 obtuvieron el visto bueno del Consejo de Ministros reunido en Toulouse:
Ariane-5 Evolution, que incrementará la capacidad de la lanzadera para misiones GTO (Ground to Orbit) con masas de satélite mayores.
Ariane-5 ARTA, que mantendrá la duración de las pruebas de la lanzadera dirigiendo tests sobre elementos críticos y tratando problemas de componentes y suministradores obsoletos, basándose en los diez años de experiencia acumulada a través del programa Ariane-4 ARTA.
Ariane-5 infrastructure, que cubrirá la conservación de los equipos del Ariane-5 pertenecientes a la ESA.
Finalmente, ayudando a las firmas industriales europeas a proporcionar a la Agencia Espacial Europea tecnologías aún más avanzadas, preparará, con Ariane-5, el camino para los nuevos sistemas de transporte espacial del futuro, systemas que serán totalmente o en parte reutilizables con el objetivo de reducir los costes del acceso al espacio y hacer posibles usos del espacio que hoy por hoy no son viables con los costes de las lanzaderas. A este efecto, ESA ha empezado en 1994 un programa llamado FESTIP (Future European Transportation Investigations Programme). Durante el periodo 94-96 se ha llevado a cabo un análisis sistemático de todas las posibles concepciones de lanzaderas reutilizables.
A partir de 1996 el trabajo tecnológico en propulsión, estructuras y computación se verá incrementado e incluso se espera la construcción de un vehículo experimental.
DESCRIPCIÓN DEL ARIANE-5.
501 Y 502: Los vuelos de prueba.
En 1996 tendrán lugar dos vuelos de prueba anteriores al servicio comercial.
El primero (501) está previsto para Mayo y el segundo (502) para el otoño.
Ariane-501 colocará en órbita geoestacionaria cuatro satélites Cluster dispuestos en dos pares. La lanzadera incluirá además una estructura de sujección, conocida como Speltra,

con un par de satélites Cluster dentro y el otro par encima. La misión Cluster de la Agencia Espacial Europea estudiará la interacción del viento solar con el campo magnético de la Tierra.
Ariane-502 también incluirá el uso de una Speltra. Una de las cargas será un satélite comercial. En esta misión la lanzadera también cargará una cápsula de reentrada con tecnología de la ESA, la Atmospheric Reentry Demonstrator.

El ARD, con una masa total de 2800 Kg, es el primer paso del desarrollo de una cápsula espacial tripulada. Su reentrada en la atmósfera se producirá después de la separación de la lanzadera al finalizar la etapa criogénica del vuelo.
La nueva generación de lanzaderas.
La decisión de desarrollar una nueva lanzadera de gran capacidad de carga fue tomada en La Haya en 1987 por los ministros de los estados miembros de la Agencia Espacial Europea con el objetivo de hacer más competitiva a Europa en el mercado de lanzamientos comerciales.
Su nivel de rendimiento y su capacidad de vuelo tripulado hacen que Ariane-5 sea considerablemente diferente de sus predecesores. Básicamente consiste en una sección inferior idéntica para todas las misiones y una sección superior cuya configuración varía según la misión.
Por otra parte Ariane-5 tiene un sistema de propulsión único. Ha sido desarrollada una etapa principal criogénica, alimentada por un único motor complentamente nuevo, el Vulcain, el cual suministra un empuje de aproximadamente 100 toneladas. El despegue se consigue mediante dos propulsores sólidos colocados en los laterales, proporcionando un empuje máximo de 640 toneladas cada uno. Estos propulsores no entran en ignición hasta que se verifica el correcto funcionamiento del motor Vulcain.
Aunque las opciones técnicas para el programa Ariane-5 estaban principalmente basadas en los recursos industriales y técnicos desarrollados en el transcurso de los programas de Ariane 1 a 4, el desarrollo de la nueva lanzadera constituye un paso adelante muy significativo en cuanto a conocimientos de la industria europea.
Martes, 4 de Junio de 1996.
El primer cohete Ariane-5 despegó desde Kourou, en la Guayana Francesa, pero explotó 30 segundos más tarde, debido a errores en el diseño y las especificaciones del software del sistema de navegación.
CATASTROFE DEL ARIANE 5
El segundo lanzamiento del Ariane-5 está previsto para el primer semestre de 1997.
El programa Ariane-5 fue aprobado en Roma once años antes, en Enero de 1985, y es más la lanzadera Ariane-5 intenta cambiar totalmente la concepción del transporte espacial en Europa, dando al Viejo Continente una lanzadera más potente, más acorde con las cargas a transportar en el siglo XXI, más fiable y más económico.
Con una arquitectura radicalmente diferente de anteriores Arianes, el Ariane-5 es una lanzadera de nueva generación capaz de fundar una nueva familia de cohetes acordes a los satélites de comienzos del siglo XXI.
Con el objetivo de mejorar la fiabilidad de la lanzadera -se espera que alcance el 99%-, y su flexibilidad operativa, la Agencia Espacial Europea ha creado un cohete en dos secciones: una "composición inferior" que será la misma para todas las misiones, y una "composición superior" acorde a cada misión en particular y a la carga útil que se pondrá en órbita.
La composición inferior, la unidad principal del Ariane-5, comprende un determinado número de partes: una plataforma criogénica de más de 5 metros de lado a lado, con un potente motor Vulcain de 100 toneladas de empuje y cargando 155 toneladas de hidrógeno líquido y oxígeno, flanqueado por dos toberas, cada una con 3 metros de diámetro, más de 30 metros de longitud y sujetando 230 toneladas de fibra. Son estas toberas las que proporcionan el 90% del empuje cuando el Ariane-5 despega.
Dependiendo de cada misión, la composición superior consiste en una plataforma cargando 9.7 toneladas de propelentes y una estructura de aguante que hace posible ascender uno, dos o incluso tres satélites con un peso total de hasta 7 toneladas a órbita de tranferencia geoestacionaria.
Con una capacidad de carga entre 19 y 20.5 toneladas para órbitas bajas o 10 toneladas para órbitas altas, Ariane-5 será también la lanzadera ideal para los elementos de la futura infraestructura espacial tripulada junto con el ATV (Automated Transfer Vehicle) para poder así transportar módulos a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Jueves, 30 de Octubre de 1997.
«Ariane 5»: Europa lanza hoy su cohete más ambicioso.
La Agencia Espacial Europea se juega el liderazgo en el mercado mundial de satélites.
Ariane 5, II parte. La primera, mejor olvidarla: en tan sólo 37 segundos el cohete europeo más ambicioso se desvaneció en el cielo de la Guayana francesa el pasado 4 de junio de 1996. Arreglado el software del sistema de navegación que falló entonces, este segundo intento mantiene a la Agencia Europea del Espacio (ESA) en vilo.
No es de extrañar. Un nuevo fallo del Ariane 5 alejaría a Europa de su actual posición de privilegio en el rentable lanzamiento de satélites (50% del mercado mundial).
Aunque técnicos y políticos se muestran optimistas, la prudencia prima en esta ocasión. Por si acaso, se han situado dos maquetas de satélites en lugar de los avanzados Cluster que se perdieron en el accidente del pasado año. Por si acaso, se han evitado las fiestas del lanzamiento anterior para asistir al acontecimiento. Y por si acaso, se han extremado las precauciones hasta el último detalle, aunque eso haya supuesto un retraso de varios meses.
Del éxito del lanzamiento de los 50 metros de altura y 760 toneladas de la más alta tecnología europea dependen muchas cosas.
Estadounidenses, japoneses, chinos y rusos han aprovechado el retraso de la puesta en funcionamiento del Ariane 5 para mejorar su oferta. El negocio de poner en órbita satélites pesados se ha multiplicado por 10 a lo largo de la última década.
Los 4 billones de pesetas que moverá la industria este año se doblarán en el 2000, según los cálculos menos optimistas. Y los Ariane 4, los cohetes que la ESA no podrá jubilar si falla su primo el Ariane 5, no dan ya abasto.
MUCHOS NERVIOS.- El lanzamiento, pues, está previsto para las 14.00 horas en España. Será desde la problemática Guayana francesa, donde en los últimos días han aumentado los incidentes de los grupos independentistas de esta colonia francesa de 160.000 habitantes. Revueltas que la prensa francesa ha achacado a una mano negra, la de agentes de EEUU, principal beneficiario en caso de fracaso.
Rencillas aparte, los nervios están a flor de piel. «Estamos ante un lanzamiento muy importante. La pérdida del cohete anterior fue un gran impacto. Estamos hablando del caballo de transporte europeo hacia el espacio para el siglo XXI», asegura Valeriano Claros, director de la Estación de Seguimiento de la ESA en Villafranca (Madrid).
El Ariane 5 es un proyecto que lleva en marcha más de 10 años y ha costado cerca de 10.000 millones de dólares. No será hasta el próximo mes de mayo cuando la Agencia Espacial Europea tenga la certeza absoluta de que su nuevo cohete es un éxito. Para entonces está previsto un tercer lanzamiento, con el que se concluirá la fase de examen de este artilugio.
Aunque se trata de un cohete no tripulado y puramente comercial, los técnicos de la ESA han dejado abierta la puerta a la incorporación de un módulo que permita llevar astronautas a bordo.
INTERES ESPAÑOL.- La idea es que cuando la estación espacial internacional Alfa esté lista, hacia el año 2002, los europeos puedan viajar a ella en su propio cohete.
Pero la cita de hoy también tiene interés para los españoles. Nuestro país pone un 3% (30.000 millones de pesetas) del total del proyecto, que asciende a un billón de pesetas. Además, empresas como Casa y CRISA, que ha desarrollado parte de la electrónica del lanzador, participan directamente en el cohete.
Francia, con un 46%, es el país que más dinero se juega en el lanzamiento, seguida por alemanes e italianos. Son los tres países que han decidido que esta vez sólo viajen dos pequeños satélites de investigación (Teamsat) a bordo del cohete, dejando los grandes en meras reproducciones.
Si todo sale bien, Europa seguirá su marcha triunfante, confirmará la venta de 10 de sus ingenios espaciales en ese mismo momento y hará temblar a su máximo contrincante ante al futuro: la gigante empresa aeroespacial estadounidense Lockheed Martin.
Jueves, 22 de Octubre de 1998.
Configuración y Estructura del Ariane-5. El Ariane 5 podrá lanzar satélites pesados tras completar su última prueba.
El cohete gigante Ariane 5 pasó ayer su última prueba. A partir de ahora tendrá un carácter comercial y las empresas que quieran poner en órbita satélites pesados -de hasta siete toneladas- podrán contratar, previo pago de una importante suma de dinero, los servicios de la sociedad Arianespace.
Desde la base de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Kourou, en la Guyana francesa, el Ariane 5 (503) fue lanzado sin ningún sobresalto a las 18.37, hora española, tras dos interrupciones técnicas de escasa importancia.

El cohete transportaba un prototipo del Demostrador de Entrada Atmosférica (ARD), una cápsula destinada a facilitar el regreso a la Tierra de los astronautas que vivirán en la futura Estación Espacial Internacional (ISS), y una maqueta del satélite europeo de telecomunicaciones Eutelsat-W2, que inicialmente debía haber sido puesto en órbita en este vuelo. Todavía pesa en la memoria de la industria europea aquel primer vuelo del Ariane 5, el 4 de junio de 1996, que no consiguió sobrepasar los 37 segundos de vida. A 4.000 metros de altura, fue hecho estallar tras desviarse de su trayectoria por un defecto en el sistema informático.
Sábado, 11 de Diciembre de 1999.
«Ariane 5» logra poner en órbita el satélite X-Ray Multi Mirror (XMM), un ingenio compuesto por tres enormes telescopios que permitirán estudiar la formación y evolución del cosmos.
Exito de Europa: el «Ariane 5» logra poner en órbita un satélite.
El cohete de la Agencia Espacial Europea lleva a 2.300 kilómetros de altura al «XMM»
Exito total. La Agencia Espacial Europea (ESA) dio ayer un paso de gigante al conseguir un objetivo doble: el cohete Ariane 5 realizó su primer viaje comercial y puso en órbita el satélite X-Ray Multi Mirror (XMM), un ingenio compuesto por tres enormes telescopios que permitirán estudiar la formación y evolución del cosmos.
Mientras, la NASA, que todavía no se ha recuperado del fracaso de la sonda Mars Polar Lander, anunciaba, por enésima vez, el retraso en el lanzamiento del Discovery.
El centro de la ESA en España, situado en Villafranca del Castillo, es el encargado de seguir la trayectoria del satélite desde 16 minutos después de su lanzamiento desde Kourou (Guayana francesa) y durante los próximos 10 días.
Ayer, en la estación madrileña, se mascaba la tensión durante toda la mañana. Relojes digitales en salas y pasillos reflejaban la imparable cuenta atrás. A las 15.32 horas, una pantalla situada en el centro de control mostró el despegue del vuelo 124 de Arianespace.
Los cinco hombres -cuatro españoles y un francés- que controlaban ordenadores, analizadores de espectro y multitud de máquinas estaban nerviosos, pedían silencio para escuchar las comunicaciones de Kourou y sus gestos casi se convertían en tics. Nadie nombraba los tres viajes fallidos del Ariane 5, pero a buen seguro que estaban en la memoria de todos.
El despegue.
Cuando faltaban cuatro minutos para el lanzamiento, comprobaron que su reloj marcaba exactamente lo mismo que el de Kourou. Lo mismo hicieron cuando faltaban tres, dos y uno. «¡Va a salir!», exclamó el que parecía más animado. Si el ambiente se podía cortar durante los 60 segundos siguientes, cuando se inició la ignición el silencio chirriaba.
Tras un brevísimo lapso que pareció interminable, el Ariane 5 emprendió su viaje. No había tiempo para felicitaciones. «¿Está muy inclinado o es la cámara?», dijo uno de los ingenieros. «Va bien, va bien», mascullaban los demás. La respiración se regulaba y otro dijo la palabra más esperada de los últimos días: «Perfecto». Cuatro minutos más tarde, alguien lo secundó: «Todo es OK de momento».
A pesar del éxito inicial, la tensión en Villafranca no podía disminuir. Tenían que recibir la señal del Ariane 5 en, aproximadamente, un cuarto de hora. Una pantalla mostraba los datos del vuelo: la velocidad era entonces de más de cinco kilómetros por segundo.
Cuando el cohete llevaba 12 minutos de viaje, Valeriano Claros, director de la estación de Villafranca, entró en la sala de control. «No nos lo creemos», le dijo uno de los ingenieros. «¿Habéis visto qué bonito ha sido el lanzamiento?», respondió el responsable del centro. Pero no había tiempo para mucha charla: Kourou reclamaba la atención de los ingenieros españoles, que iban a recibir en breve la señal del cohete.
Dieciséis minutos y 44 segundos después del despegue, la pequeña pantalla del analizador de espectros mostró una vibración mucho mayor de la que había antes. «Es un señalón, nunca hemos recibido una señal tan grande». El ingeniero jefe confirmó a Kourou: «Lo tenemos».
La mitad de la misión había salido bien. Pero quedaba un paso sumamente delicado: el satélite XMM tenía que separarse del Ariane.
Menos de 13 minutos después, 29 más tarde de que el cohete despegara de Kourou, en el centro de control se hizo de nuevo el silencio total. Y entonces se hizo el milagro: el XMM estaba en órbita, a 2.300 kilómetros de la Tierra, y Villafranca había captado su señal.
Pulgares hacia arriba, sonrisas, incluso abrazos entre los ingenieros: «Lo tenemos, lo tenemos». El XMM había comenzado a dar las seis vueltas que lo llevarán a alcanzar, en 12 días, su órbita elíptica definitiva: la distancia mínima entre el satélite y la Tierra será de 827 kilómetros (perigeo), y la máxima, de 113.946 (apogeo).
El éxito de la misión del Ariane 5 mantiene a Europa en la primera posición de la carrera de lanzamientos comerciales, ya que copa el 50% del mercado. De hecho, para el2001 hay contratados ya seis lanzamientos.
El ingenio más ambicioso de la ESA.
El observador XMM, el mayor satélite jamás construido en Europa, es un ingenio que pesa cerca de cuatro toneladas y está formado por tres potentes telescopios y otro más pequeño. Aunque está diseñado para que permanezca 10 años en órbita, lo normal es que sus componentes comiencen a deteriorarse dentro de un lustro. Se espera que la misión que comenzó ayer, sin embargo, se prolongue sólo durante dos años y medio.
El presupuesto total del XMM ha sido de 690 millones de euros (cerca de 115.000 millones de pesetas). De ellos, 140 millones de euros (23.294 millones de pesetas) fueron destinados al lanzamiento de ayer. Se espera que los datos que envíe a la Tierra este observador compensen, con creces, estas cantidades de dinero. El XMM tiene como objetivo captar los rayos X que emiten los cuerpos celestes cuando entran en campos gravitatorios fuertes y alcanzan temperaturas muy elevadas. El ingenio más ambicioso contruido por la Agencia Espacial Europea buscará esta energía y encontrará sus fuentes. A partir de estos datos, los científicos podrán estudiar, sobre todo, tres apartados. En primer lugar, aportará datos sobre astronomía: el Sol, las estrellas dobles y las supernovas. En segundo, su información aclarará la historia del universo, desde su formación hasta cómo evolucionará próximamente.
Por último, el XMM también ayudará a probar, de forma definitiva, la existencia de agujeros negros. Si la misión sigue desarrollándose sin contratiempos -ahora el único punto que mantiene en tensión a los científicos es que se abran las tapas de los telescopios-, los primeros datos llegarán a la Tierra ya en el año 2000. Concretamente, el próximo 4 de Enero.
Sábado, 16 de septiembre de 2000.
TECNOLOGIA EUROPEA
Astra lanza un nuevo satélite que cubrirá toda Europa.
El cohete europeo Ariane 5, que porta un satélite de comunicaciones, fue lanzado ayer con éxito desde el centro espacial de Kurú, en la Guayana francesa.
Tras el lanzamiento, que tuvo lugar a las 19.54 horas (02.54 horas del viernes en nuestro país), la fase crítica se prolongó hasta que el satélite Astra 2B que transportaba el cohete europeo se desprendió de él a los 28 minutos de su lanzamiento.
Una vez en órbita, y desde el centro de seguimiento en Luxemburgo, el satélite será situado a 36.000 kilómetros de la Tierra, junto al Astra 2A, en una posición geoestacionaria.
El satélite Astra 2B, cuya construcción y puesta en órbita ha costado más de 200 millones de dólares (unos 36.000 millones de pesetas), tiene 30 transpondedores, con una capacidad de entre ocho y 10 canales cada uno de señal digital.
En los próximos días, se llevarán a cabo las maniobras de despliegue del panel de células solares y de los reflectores, así como la toma de referencia de la Tierra, que está previsto que concluya ocho o 10 días después del lanzamiento. Finalmente, y tras comprobar todos los sistemas, el Astra 2B entrará definitivamente en servicio el próximo 1 de Noviembre.
Este es el décimo satélite de comunicaciones que la Sociedad Europea de Satélites (SES) lanza al espacio, y con él consigue cubrir todo el territorio europeo, aunque el Astra 2B tiene también cobertura fuera de esa zona.
El director general de SES, Romain Bausch, informó de que a finales del año 2001 se lanzará el cohete Astra K1, que cubrirá el territorio español y permitirá, entre otras cosas, el acceso rápido a Internet.
Viernes, 8 de Junio de 2001.
Ariane: lanzamiento aplazado.
Por la persistencia de fuertes vientos en altura, la Agencia Espacial Europea suspendió esta madrugada el lanzamiento del cohete Ariane que debía partir de Kourou, en la Guayana Francesa, a las (6:44 GMT) para poner en órbita geosincrónica el satélite Intelsat 901.
El combustible del cohete, que ya había sido cargado, será drenado y probablemente habrá un nuevo intento mañana.
Sábado, 9 de Junio de 2001.
Despegó el Ariane con el Intelsat 901. Con un día de retraso por fuertes vientos en altura, esta madrugada despegó del centro de lanzamientos de la Agencia Espacial Europea en Kourou, Guayana Francesa, el cohete Ariane con el satélite de comunicaciones Intelsat 901.
Veinte minutos más tarde el Intelsat, de 4,7 toneladas, fue liberado en una órbita de transferencia geoestacionaria desde la que navegará por sus medios hasta la posición que tiene asignada a 37.000 kilómetros sobre el cinturón ecuatorial. |