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@José Miguel Esteban |
PROGRAMA SHUTTLE DISCOVERY (32) STS-121

Tripulantes: Comandante Steve Lindsey , Piloto Mark Kelly , Especialistas Mike Fossum ,
Lisa Nowak, Stephanie Wilson, Piers Sellers y Thomas Reiter
Duración de la misión: 01 al 13 de julio de 2006
Objetivo de la misión: seguir probando distintos sistemas de la nave, así como procedimientos de actuación tanto para situaciones normales como para casos de emergencia, dirigidas a incrementar la seguridad de los transbordadores, y Aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Viernes, 30 de junio de 2006
PREVISTO PARA EL SÁBADO A LAS 21.49 HORAS
 
La NASA da luz verde al despegue del 'Discovery', aunque los meteorólogos prevén lluvias Dan un 60% de probabilidad de tormentas durante el lanzamiento
La misión, de 11 días de duración, es para probar equipos y llevar material a la ISS
Mientras la tripulación del 'Discovery' apura sus últimas horas en la Tierra efectuando pruebas en simuladores y revisando los protocolos, en Cabo Cañaveral, todo está listo para el lanzamiento de la nave. La misión, la segunda después de la tragedia del 'Columbia', empezará el 1 de julio a las 21.49 horas, aunque los meteorólogos de la NASA dan una probabilidad de una probabilidad de un 60% de tormentas para esa tarde.
Según declaró John Shannon, uno de los responsables de la misión STS-121, «aparte de algún pequeño problema por motivos meteorológicos, no tenemos ningún incidente que pueda afectar el lanzamiento. Estamos extremadamente orgullosos del equipo y listos para que la tripulación empiece su viaje el sábado y den lo mejor de sí mismos», declaró. Antes del último vuelo del 'Dicovery', el pasado mes de julio, la NASA tuvo que suspender el lanzamiento debido a varios problemas con los sensores de llenado de los tanques de combustible.
La cuenta atrás para el lanzamiento comenzó el miércoles a las 21.00 horas GMT, y de momento siguen según lo previsto, por lo que la Agencia Espacial estadounidense de momento da a la misión el 'go'. Sólo una tormenta de aparato eléctrico cerca de la plataforma de lanzamiento obligó a los técnicos a aplazar durante unas horas el proceso de carga de combustible, que tras el mal tiempo continuó según lo previsto.
En los cuatro días anteriores al lanzamiento, la NASA cierra todos los accesos a la nave, chequea los sistemas de vuelo, revisa el software almacenado en unidades de memoria, carga el software de la misión en el sistema de la nave, desmonta dos de las tres plataformas de acceso al 'Discovery', activa el sistema de navegación del transbordador y realiza una completa inspección de la nave. Mientras, el piloto Mark Nelly sigue entrenándose en un Gruman Gulfstream II modificado para simular la cabina de mandos del transbordador, con el que los pilotos de la NASA entrenan maniobras de aterrizaje de la nave de la NASA.
Todo para tratar de reducir en la medida de lo posible que algo pueda salir mal, algo no demasiado fácil en una aeronave de más de 2.000 millones de dólares. Pero la NASA quiere reducir como sea esa fría estadística que sostiene que los astronautas del 'Discovery' tienen una probabilidad entre 100 de morir en su viaje a la ISS:
717 viajes, 18 muertos.
Los humanos han salido al espacio exterior 717 veces, y 18 astronautas y cosmonautas han muerto en el intento. Siete perdieron la vida en el 'Challenger' y otros siete en el 'Columbia', mientras que los otros cuatro eran cosmonautas rusos que perecieron en sendos accidentes en naves soviéticas.
Sin embargo, la tétrica estadistica no parece haber impresionado a los miembros de la tripulación de 'Discovery'. "Hemos tenido este tipo de conversaciones sobre este tema en casa, con mi mujer. Tuve que sentarme con ella un día, mirarle a los ojos... No es un tema con el que ella se sienta cómoda. Ni ella ni nadie", señaló el astronauta Fossum a la CNN.
Su compañera Stephanie Wilson, que se estrena con esta misión en los vuelos espaciales, prefiere tomarse las cosas con más sentido del humor. "Una posibilidad entre cien es mejor que una entre 99", señaló. "Pero hablando en serio, todos nosotros hemos entrenado muy duramente para esta misión, aunque reconocemos que el riesgo existe, está ahí", dijo.
Hasta el accidente del 'Challenger', la NASA solía reconocer que la posibilidad de morir en un transbordador espacial era de una entre 7.000, aunque esas estadísticas estaban basadas "en una información insuficiente", según el consultor de seguridad de la Agencia Michael Stamatelatos, lo que obligó a aumentar considerablemente el índice de probabilidad de accidentes.
El mismo día que el director de la NASA anunció el 'visto bueno' para el despegue de la misión, los dos máximos responsables de seguridad de la Agencia mostraron su disconformidad con la decisión, puesto que consideraban que aún no se habían resuelto algunos problemas técnicos que podrían suponer un peligro.
La agencia espacial suspendió las misiones de los transbordadores en febrero de 2003, tras el accidente del 'Columbia', cuando la aeronave se desintegró al entrar de nuevo en la atmósfera tras su recalentamiento interno. Las excesivas temperaturas dentro del 'Columbia' fueron atribuidas a una fisura en el depósito externo de combustible causada por el golpe de un trozo de espuma aislante, que se desprendió durante el despegue de la aeronave, según una comisión que investigó la tragedia.
Después de numerosas modificaciones del depósito externo de combustible, la NASA reanudó los vuelos espaciales de los transbordadores en julio de 2005 con el lanzamiento del 'Discovery'. Sin embargo, también en esta ocasión se desprendió espuma aislante del depósito de la nave, a pesar de las modificaciones llevadas a cabo.
Afortunadamente, el golpe del trozo de espuma aislante no causó daños mayores al 'Discovery' y la misión espacial terminó con éxito.
Una misión 'de prueba'
La misión STS-121, dirigida por el comandante Steven Lindsey, tiene como objetivo seguir probando distintos sistemas de la nave, así como procedimientos de actuación tanto para situaciones normales como para casos de emergencia, dirigidas a incrementar la seguridad de los transbordadores.
Además, los siete miembros de la tripulación realizarán diversas tareas de mantenimiento a bordo de la ISS, a la que además llevarán el laboratorio 'Columbus', diseñado por la Agencia Espacial Europea, y que servirá como laboratorio permanente de la Estación.
Durante la misión, de 11 días y 19 horas, los astronautas realizarán dos paseos espaciales, de unas seis horas y media cada uno, previstos para los días quinto y séptimo de la misión. Además, la Agencia se reserva la posibilidad de hacer una tercera salida en caso necesario, aunque de hacerlo se tendría que prorrogar la duración del viaje un día.
En caso de problemas, la NASA tiene todo previsto. En las bases aéreas de Morón (Sevilla), Zaragoza e Istres (Francia) hay equipos preparados por si la nave tuviera que hacer un aterrizaje de emergencia justo después del despegue. Si tras el inicio del vuelo los técnicos de la NASA detectaran que podría haber peligro para los tripulantes al volver a la Tierra -por el desprendimiento de algún trozo de aislante, por ejemplo-, la Agencia ordenaría a la tripulación que se quedara en la ISS hasta que llegara una misión de rescate con el transbordador 'Atlantis'.
Sabado, 01 de julio de 2006
LO VOLVERÁ A INTENTAR HOY A LAS 21.26 HORAS
La NASA suspende el lanzamiento del 'Discovery' por tormentas en Cabo Cañaveral

Los grandes nubarrones y la tormenta de aparato eléctrico que azota la costa de Florida ha obligado a la NASA a posponer el lanzamiento del 'Discovery' cuando la tripulación estaba ya sentada en sus asientos. La Agencia volverá a intentarlo hoy a las 21.26 horas, siempre y cuando el tiempo lo permita.
Domingo, 02 de julio de 2006
La NASA ha vuelto a aplazar el despegue del transbordador espacial 'Discovery', en vista de que las condiciones climatológicas en Cabo Cañaveral siguen siendo muy inestables, con riesgo de tormenta. El tercer intento será el martes 4 de julio, día en que EEUU celebra su fiesta del Día de la Independencia.
Lunes, 03 de julio de 2006
La NASA ha detectado una grieta de 13 centímetros de largo en la espuma que cubre el tanque exterior del transbordador 'Discovery'. La Agencia ha decidido, en principio, mantener la fecha del lanzamiento, previsto para mañana desde Cabo Cañaveral (Florida).

Según el comunicado de la NASA, durante una inspección de rutina los ingenieros descubrieron una grieta en la espuma aislante del tanque, cerca de las sujeciones de las toberas por donde se introduce el oxígeno líquido en el tanque. La pieza de aislante, que se desprendió, pesa apenas unos gramos.
Los expertos creen que la grieta pudo formarse durante el intento de lanzamiento del domingo, cuando el agua caída por las tormentas, al contacto con la superficie casi congelada del tanque, formó una pequeña capa de hielo. Al calentarse el tanque y dilatarse por el aumento de temperatura, el hielo se desprendió, originando la grieta y el posterior desprendimiento del aislante.
El equipo responsable de la misión ha decidido, por el momento, seguir adelante con la previsión de lanzamiento para el martes 4 de julio, aunque la decisión final se tomará cuando analicen más datos de la zona del tanque dañada y estimen las probabilidades de que sea peligroso seguir adelante con el despegue.
El principal problema que tiene ahora la NASA es que, para poder hacer un reconocimiento exhaustivo de la zona del tanque dañada, debe hacerlo a mano, instalando algún tipo de plataforma para que los ingenieros lleguen hasta el lugar, o bien bajando al 'Discovery' de la plataforma, lo que retrasaría varios días el lanzamiento, aunque éste debe hacerse antes del 19 de julio, o bien esperar a la siguiente ventana, a finales de agosto.
Martes, 04 de julio de 2006
Después de dos retrasos por culpa del mal tiempo en Cabo Cañaveral, (EEUU), el 'Discovery' ha partido sin contratiempos rumbo a la Estación Espacial Internacional.

La segunda misión tripulada de la NASA después del accidente del 'Columbia' comienza con el halo patriótico que le da el hecho de ser la primera que comienza coincidiendo con la Fiesta Nacional estadounidense, el 4 de julio, y también con la preocupación de haber descubierto una grieta en el aislante del tanque de comsbutible apenas unas horas antes del despegue.
El despegue ha sido grabado por más de un centenar de cámaras de vídeo con las que la NASA puede detectar en un tiempo récord cualquier desprendiemiento del aislante del tanque externo de combustible. Además, el astronauta Mike Bloomfield ha podido tener una vista privilegiada del despegue, desde el caza en el que se mantuvo en el aire desde una hora antes del lanzamiento para tener información de primera mano sobre las condiciones meteorológicas, y así poder dárselas a sus compañeros.
Además, instantes después de levantar vuelo los técnicos vieron, a través de una cámara, caer un pequeño fragmento, que puede ser de la cubierta aislante de la nave, aunque descartan que pueda ser peligroso durante el retorno del 'Discovery' a la Tierra.
Sin embargo, y a pesar del éxito del lanzamiento, la misión empieza ya con polémica sobre la seguridad de la misma. Los primeros contratiempos surgieron dos semanas antes del comienzo del viaje, cuando los dos máximos responsables de seguridad de la NASA se mostraron contrarios al lanzamiento, puesto que estimaban que no se habían resuelto todos los problemas de seguridad de la nave.
El director de la Agencia, Mike Griffin, decidió seguir adelante con los planes previstos y dar luz verde a la misión, con la esperanza de que los posibles fallos no pusieran en riesgo la vida de los astronautas.
A pesar de eso, y contando con la fría estadística, los números dicen que los astronautas de un transbordador espacial tienen una probabilidad entre cien de morir en su viaje al espacio, algo que los propios miembros de la misión STS-121 asumen con naturalidad y hasta sentido del humor.
El último de los quebraderos de cabeza para la Agencia vino apenas unas horas antes del lanzamiento, cuando en una revisión rutinaria los ingenieros descubrieron una grieta de 13 cm en la espuma aislante del tanque de combustible, que posteriormente se desprendió. Tras toda una noche de detallados exámenes e informes, los técnicos decidieron que no representaba ningún peligro para la misión, por lo que se decidió continuar con los planes de lanzamiento.
Y es que la NASA no quería dejar pasar una oportunidad mediática como la que supone celebrar el día del patriotismo estadounidense, el Día de la Independencia, con un lanzamiento de una misión tripulada.
12 días de misión
La misión del 'Discovery', de 12 días de duración, servirá para llevar hasta la Estación Espacial Internacional el laboratorio 'Columbus', de la Agencia Espacial Europea, y al astronauta alemán Thomas Reiter, que pasará a formar parte, durante unos seis meses, de la tripulación permanente de la Estación.
Durante la misión los astronautas realizarán dos paseos espaciales, de unas seis horas y media cada uno, previstos para los días quinto y séptimo de la misión. Además, la Agencia se reserva la posibilidad de hacer una tercera salida en caso necesario, aunque de hacerlo se tendría que prorrogar la duración del viaje un día.
En caso de problemas, la NASA tiene todo previsto. Si alguna de las múltiples cámaras o escáneres detectara que se desprende algún fragmento del aislante de la nave durante el mensaje, y si los ingenieros valoraran que hay un peligor cierto de que haya problemas en el regreso a la Tierra, los astronautas permanecerán en la ISS hasta que llegue una misión de rescate con el transbordador 'Atlantis'.
La tripulación STS-121 está formada por seis estadounidenses (el comandante Steven Lindsey, el piloto Mark Kelly y los especialistas de misión Michael Fossum, Lisa Nowak, Stephanie Wilson y Piers Sellers/, y un alemán, Thomas Reiter, de la Agencia Espacial Europea. Este es el vuelo número 18 de un transbordador espacial de la NASA a la ISS, y el vuelo número 32 para el 'Discovery', que comenzó a viajar en 1983.
jueves, 06 de julio de 2006
El transbordador espacial 'Discovery' se ha acoplado a la Estación Espacial Internacional a las 16.53 minutos. Los siete integrantes de la tripulación deberán esperar dos horas antes de estrechar la mano a sus dos futuros compañeros de vuelo espacial: el estadounidense Jeffrey Williams y el ruso Pavel Vinogradov.
Antes de atracar en la Estación, el comandante Steve Lindsey realizó una complicada maniobra a los mandos del 'Discovery' para rotar la forma completamente sobre sí mismo, de tal forma que sus compañeros en la ISS pudieran examinar el estado del exterior de la nave desde todos los ángulos posibles.
En principio, en ninguna de las inspecciones exhaustivas se ha encontrado algún desperfecto que pudiera poner en peligro la nave en su regreso a Tierra, aunque durante el despegue al menos seis fragmentos de aislante se desprendieron del tanque externo de combustible.
La nave encendió sus motores minutos después de las 13.00 horas, para iniciar la aproximación final hacia la Estación. Desde ese momento, os tripulantes del 'Discovery' y los inquilinos de la ISS comenzaron a entablar comunicaciones directas por radio, mientras la nave proseguía su camino.
La "graciosa maniobra" -según la NASA- tuvo lugar exactamente encima del cielo español. A 336 kilómetros de altura por encima de nuestras cabezas, el comandante Lindsey ç enfiló el morro del 'Discovery' hacia arriba, a tres grados por segundo, para que desde el módulo Zvezda de la ISS los astronautas Williams y Vinogradov pudieran tomar fotografías de alta resolución de la cubierta aislante de la nave.
Lunes, 10 de julio de 2006
Los astronautas del 'Discovery' recibieron este domingo la mejor de las noticias desde Houston: tienen visto bueno para regresar a casa. Según afirmó la NASA, la nave "está 100% segura para la reentrada a la Tierra", a pesar de que algunos pequeños fragmentos de aislante se desprendieron del tanque externo de combutible y golpearon el casco del transbordador durante el despegue.
"Chico, eso sí que son buenas noticias, es fantástico", señaló por radio el comandante del 'Discovery', Steve Lindsey. "Todos los que están aquí, como puedes imaginar, también están encantados", contestaron desde el Centro de Control de la misión en Houston.
Los técnicos de la Agencia han llegado a la conclusión de que ninguno de los pequeños golpes detectados en varias fotos en las losetas térmicas de la nave, especialmente en el morro y bajo las alas, fueron causadas bien por pequeños desprendimientos de aislante o bien por golpes de pájaros, "pero en ningún caso suponen un problema".
Lo único que los ingenieros seguían observando con atención es un pequeño trozo de fieltro de unos cinco milímetros localizado entre dos losetas térmicas, pero tras varios exámenes han determinado que no es peligroso para el retorno a la Tierra, y ni siquiera hará falta que los astronautas Fossum y Sellers utilicen parte de su segundo paseo espacial para extraerlo, como sí tuvo que hacer Steve Robinson en la anterior misión del 'Discovery'.
La revisión a fondo del transbordador se inició apenas unos minutos después del despegue, cuando los ingenieros de la NASA comenzaron a visionar las tomas del centenar de cámaras que grabaron el lanzamiento. Ya en vuelo, los astronautas utilizaron el brazo robótico del 'Discovery' para analizar el estado de la 'panza', y antes de llegar a la ISS el comandante realizó un complicado giro para que desde la Estación pudieran grabar imágenes de alta resolución de la nave desde todos los ángulos posibles.
Segundo paseo espacial
Mike Fossum y Piers Sellers han abandonado el 'Discovery' para realizar el segundo de los tres paseos espaciales previstos. Antes, la NASA ha declarado la nave 'apta' para regresar a la Tierra.
Una vez comprobado que no hay nada anormal, el transbordador regresará a la Tierra el próximo 17 de julio, en principio a la base de Cabo Cañaveral, en Florida, siempre y cuando las circunstancias meteorológicas lo permitan. Antes, los seis tripulantes del 'Discovery' -el alemán Reiter ya cuenta como integrante de la tripulación de la ISS- tendrán que seguir trasvasando material de la nave a la Estación hasta que el sábado se cierre la escotilla que une ambas naves. Mike Fossum y Piers Sellers tienen programados dos paseos espaciales más, uno hoy mismo y otro el miércoles.
jueves, 13 de julio de 2006
Los astronautas Mike Fossum y Piers Sellers aprovecharon el tercer y último de sus paseos espaciales para probar un nuevo sistema de reparación del exterior de los transbordadores. La tripulación del 'Discovery' ultima sus días en la ISS, de la que se desenganchará el sábado para regresar a la Tierra.
Las astronautas Linda Nowak y Stephanie Wilson se turnaron en el control, desde la Estación, del brazo robótico de unos 30 metros de longitud que trasladó a Fossum y Sellers hasta y desde la bodega abierta del 'Discovery'. El tercer paseo de esta misión de 14 días duró prácticamente siete horas. Durante ese período, a una velocidad de más 27.000 kilómetros por hora, el complejo espacial casi completó cinco órbitas a 395 kilómetros de la Tierra.
Tercer y último paseo espacial
El paseo comenzó quince minutos después de lo programado, mientras Nowak operaba el brazo robótico que llevó a Sellers a la bodega del transbordador.
Fossum se trasladó por sí mismo al 'Discovery' agarrado a la estructura espacial, un proyecto de 100.000 millones de dólares en el cual cooperan 16 naciones.
Durante su desplazamiento, sujeto por estribos en el extremo del brazo robótico, Sellers empleó una nueva cámara infrarroja con la cual los ingenieros del proyecto del transbordador esperan descubrir mellas o rajaduras en la cubierta térmica de la nave que escapan al ojo humano.
Una vez reunidos en la plataforma de la bodega del 'Discovery', Fossum y Piers trabajaron varias horas para untar sobre paneles de carbono nuevos componentes adhesivos para la sujeción de paneles térmicos como los que protegen el exterior del transbordador.
La NASA espera que con ese método puedan hacerse reparaciones del exterior de los transbordadores, si se detectan roturas, antes de que la nave reingrese a la atmósfera terrestre.
Después de que Fossum y Piers completaran su labor, el primero se sujetó con estribos en el extremo del brazo robótico, que era operado por Wilson, y fue izado hasta el compartimento 'Quest' de entrada y salida de la ISS, mientras tomaba más imágenes con la cámara infrarroja.
Esta vez, al final de la extensa jornada de trabajo en el espacio, le tocó a Sellers desplazarse sobre la estructura hasta la escotilla de la cámara de compresión/descompresión.
La misión no estuvo exenta de pequeños incidentes, todos ellos isn importancia y que han sido catalogados por la NASA como "nada preocupantes".
El primero sucedió cuando Sellers perdió la espátula con la que estaba extendiendo el producto adhesivo en un descuido, y no pudieron recuperarla -vaga ahora libre por el espacio-.
El segundo lo protagonizó Fossum, al que se le soltó uno de los estribos que le mantienen atados a la ISS. Cuando el Control de la Misión detectó que había perdido una de las líneas de vida -los astronautas en sus paseos siempre llevan dos o tres, por motivos de seguridad", decidideron parar hasta que el astronauta logró volver a atarse.
"Las posibilidades de que un astronauta se suelte y se quede vagando por el espacio son nulas", declaró la NASa posteriormente.
En el último momento, el control de misión en el Centro Espacial Johnson agregó una breve tarea: Fossum y Sellers instalaron una agarradera sobre un depósito de amoníaco en el exterior de la estación orbital.
La barra se usará en futuras excursiones espaciales, y permite que el brazo robótico se sujete a las cargas para su transporte.
Mientras tanto, el resto de los miembros de la tripulación del 'Discovery', junto con los habitantes de la Estación -Pavel Vinogradov, Jeffrey Williams y Thomas Reiter- continuaron el trasiego de basura, equipos sobrantes y experimentos científicos desde la estación al módulo 'Leonardo', de fabricación italiana, acoplado a la ISS.
El 'Leonardo' llegó en la bodega del 'Discovery' con 2,7 toneladas de alimentos, agua, aire, equipos y otros suministros, y el viernes será traspasado nuevamente al transbordador.
Sábado, 15 de julio de 2006
Descubren una filtración en uno de los tres sistemas hidráulicos del "Discovery"
Es de unas "seis gotas por hora" de nitrógeno o de hidrazina. No afectaría al aterrizaje, previsto para el lunes. Los ingenieros de la NASA han descubierto una filtración en uno de los tres sistemas hidráulicos del transbordador "Discovery" , que no afectaría el aterrizaje el lunes, tras una misión a la Estación Espacial Internacional.
La filtración se ha producido en un conducto de la unidad auxiliar de energía que controla el control y frenado hidráulicos de la nave.
Lunes, 17 de julio de 2006
El 'Discovery' viaja a la Tierra.
Los siete tripulantes del 'Discovery' viajan de regreso a la Tierra, el capítulo más peligroso de sus 14 días de misión de avituallamiento a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Los últimos preparativos del viaje fueron radiados a las 05:08 GMT del lunes (07.08 horas en España) por el comandante Steve Lindsey al Centro Espacial Johnson. El portavoz de la tripulación se mostró esperanzado por las buenas condiciones climáticas de las próximas horas y confió en volver a la Tierra en las próximas ocho o diez horas.
Cuando el transbordador entre en la atmósfera, a unos seis kilómetros por segundo, lo hará con la nariz hacia arriba, exponiendo principalmente la parte inferior y los bordes de las alas a la mayor fricción, y la mayor temperatura. Éste será el período de mayor riesgo para la nave y sus tripulantes que, en la última media hora, se quedarán además sin comunicación radial con el Centro Johnson.
Si todo funciona según lo previsto, el encendido de pequeños cohetes a las 12:04 GMT (14.04 hora española) empezará a frenar al 'Discovery' y, desde entonces, la nave descenderá hacia la atmósfera atraída por la gravedad de la Tierra. El aterrizaje está previsto para las 13:14 GMT (15.14 en España).
Miércoles, 19 de julio de 2006
El Discovery aterriza en Florida sin problemas.
CABO CAÑAVERAL (EEUU).- El transbordador Discovery ha aterrizado con éxito y a la hora prevista, las 15.14 hora española, en el Centro Espacial Kennedy, en el sureste de Florida, tras concluir su misión de trece días a la Estación Espacial Internacional.
El transbordador se separó el sábado de la Estación Espacial Internacional (ISS), junto con la que orbitó a 395 kilómetros de la Tierra durante 11 días, y siguió en órbita a unos 27.000 kilómetros por hora a la espera del momento propicio para el descenso hacia el Centro Espacial Kennedy, en el sur de Florida.
Las lluvias que se registraron en Florida durante la madrugada hicieron temer un posible aplazamiento del aterrizaje, pero finalmente la NASA consideró que las condiciones meteorológicas no suponían una amenaza.
Aun así, el día amaneció en Florida completamente nublado, lo que impidió que Steven Lindsey, el comandante del "Discovery", pudiese ver la pista hasta un minuto antes del aterrizaje.
"Fue una gran misión. Una misión realmente excelente", declaró el comandante Steven Lindsey, uno de los seis tripulantes del transbordador espacial.
El "Discovery" llevó a la Estación Internacional varias toneladas de alimentos, ropa y equipos de investigación y se trae de vuelta dos toneladas de basura, equipos dañados y experimentos concluidos.
Imagen tomada desde el Discovery antes del aterrizaje.
Durante la misión, los astronautas Michael Fossum y Piers Sellers llevaron a cabo tres caminatas espaciales, cada una de ellas de unas siete horas de duración, que sirvieron para la inspección del transbordador, la instalación de equipos en la ISS, la prueba de cámaras y herramientas y ensayos con adhesivos para la reparación de naves en el espacio.
La NASA tomó muchas precauciones para asegurarse de que los paneles térmicos, que protegen como escamas al transbordador en su zambullida en la atmósfera, estaban en buenas condiciones para resistir la fricción de la atmósfera que eleva la temperatura a más de 1.600 grados Celsius.
Varias inspecciones de los paneles térmicos mientras la nave estaba en órbita hicieron que la NASA determinase que esas placas estaban intactas y que serían capaces de proteger al transbordador.
El 'Discovery', que hizo su primer vuelo en 1984, ya había sido en 1989 el primero en volar después de la catástrofe del 'Challenger' en 1986, y fue el año pasado el primero en salir al espacio desde el estallido del 'Columbia'.
La tercera salida puso a Sellers entre los diez astronautas con más tiempo fuera de las naves, con un total de 41 horas y 10 minutos.
En su carrera, Sellers ha hecho seis veces estas operaciones, durante las cuales los astronautas flotan en el espacio, sujetos con cables o estribos, y trabajan dentro de trajes que llevan su propio aire y fuente de energía.
Las astronautas Lisa Nowak y Stephanie Wilson se ganaron en el Centro Johnson el mote de "robochicas" por su destreza en la operación durante esos paseos del brazo robótico de la ISS, y en otras tareas del 'Discovery'.

En la ISS se quedaron Reiter, el comandante ruso Pável Vinogradov y el ingeniero estadounidense Jeffrey Williams.
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