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PROGRAMA SHUTTLE ENDEAVOUR (15) STS-97
 
Tripulantes: Brent W. Jett (3)- Michael J. Bloomfield (2)- Joseph R. Tanner (3)- Carlos I. Noriega (2)
Marc Garneau (3).
Duración de la misión: del 30 de Noviembre al 11 de Diciembre del 2000
Objetivo de la Misión: 4º Vuelo a la Estación Espacial Internacional. (ISS) Despliegue de Paneles Solares
Jueves, 30 de Noviembre de 2000
El despegue desde el Centro Espacial Kennedy se registró a las 22.06 hora local de hoy jueves. Fue el quinto y último lanzamiento de un transbordador espacial en el 2000.

Los cinco miembros de la tripulación efectuarán una misión de once días en la que harán tres salidas al espacio para instalar los dos paneles, que tienen la envergadura de un Boeing 747 una vez desplegados.
En conjunto, las nuevas alas solares y sus baterías, radiadores y vigas de extensión pesan 15.9 toneladas. De una potencia de 19,1 kilowatios, y un costo de 600 millones de dólares (casi 120.000 millones de pesetas), el aparato será la mayor estructura colocada hasta hoy en el espacio. "Los paneles generarán suficiente electricidad como para abastecer a 15 casas de la Tierra", dijo Michael Hawes, encargado de desarrollo espacial de la NASA.
Tras entrar en órbita, el Endeavour comenzó su recorrido de dos días para buscar a la Estación Espacial Internacional (EEI). El transbordador se acoplará con la EEI el sábado y los astronautas comenzarán su trabajo allí.
El éxito de esta misión significará que la EEI se convertirá en la estación espacial más poderosa que jamás haya sido colocada en órbita, capaz de realizar experimentos científicos que van más allá de su predecesora, la estación rusa Mir. En la actualidad, la EEI tiene sólo energía suficiente para suministrar calefacción a dos de los tres módulos existentes.
Las alas solares, conocidas como paneles P-6, no sólo cambiarán eso, sin que también darán energía a módulos futuros, como el laboratorio estadounidense Destiny, cuya llegada está previsto para enero.
El comandante de la estación, Bill Shepherd, y sus tripulantes, los rusos Yuri Gidzenko y Serguei Krikalev, han vivido en Alpha durante un mes. Los astronautas del Endeavour serán los primeros visitantes, pero no se verán las caras hasta el 8 de diciembre, luego que la tripulación realice tres caminatas espaciales para instalar los paneles solares. Solamente entonces se abrirán las escotillas entre la estación y el transbordador.
Lunes, 4 de diciembre de 2000.
Energía solar para la Estación Espacial.
Un impresionante sistema de paneles solares, los mayores construidos hasta el momento, comenzó ayer a ser instalado en la Estación Espacial Internacional, que a partir de ahora podrá ser visible desde la Tierra. El acoplamiento del Endeavour, el transbordador encargado de llevar los paneles hasta la ciudad espacial, se realizó en la tarde del sábado, y ayer comenzaron los trabajos para colocar la gran estructura de energía solar que pesa 17 toneladas y que tiene una envergadura de 73 metros. La operación se alargará hasta el final de esta semana.
Martes, 5 de diciembre de 2000.
Los astronautas no logran desplegar el panel solar en la ISS.
Los tripulantes del Endeavour volverán a salir hoy al espacio.
La misión fue retransmitida en directo por unas minicámaras de televisión que los astronautas llevaban en sus cascos. Lo que no se ha visto son los nervios y nudos en la garganta de los ingenieros de la NASA.
La odisea duró exactamente siete horas y 33 minutos y, en ella, dos astronautas, Joe Tanner y Carlos Noriega (nacido en Perú) debían abandonar la nave Endeavour en la que partieron el pasado viernes hacia la Estación Espacial Internacional (ISS), e ingeniárselas para que sus frágiles cuerpos fueran capaces, nada menos, que de ensamblar unos paneles solares de 17 toneladas.
La tarea se complicaba porque los rayos del Sol podían incidir de repente en el panel, generar electricidad estática y electrocutarlos. Aunque estuvieron ayudados por el brazo robótico del Endeavour, ellos solitos tuvieron que atornillar y desplegar una de las alas de las dos con que cuenta el primer panel solar que se instalará en la ISS, el mayor jamás enviado al espacio hasta ahora.
«Caramba, qué enorme es», comentó Tanner en un momento de la misión. «Pues sólo se han desplegado dos tercios», le informaron desde la NASA. «¿Quieren decir que todavía hay más?», preguntó, incrédulo, el astronauta. «Sí, aún hay más», le contestaron.
Y es que cada una de las dos alas de los paneles solares mide 33 metros de largo por 11 de ancho y, por tanto, estaban plegadas como un acordeón en las bodegas del Endeavour para poder trasladarlas.
Sin embargo, aunque consiguieron enganchar uno de los dos alerones, por una serie de problemas aún no desvelados, éste no se pudo extender totalmente. «Lo único que sucede es que el panel no está completamente desplegado», reconoció ayer Bill Reeves, director del vuelo, quien también añadió: «No existen motivos para apresurarnos. No engancharemos ni extenderemos la otra ala hasta que estemos completamente seguros de dónde han estado los fallos».
Los astronautas tienen previstas dos salidas más al espacio exterior: una hoy y otra el jueves. En ellas deberán terminar de desplegar el ala ensamblada ayer así como enganchar a su gemela. Cuando la operación esté finalizada, la ISS tendrá unos paneles solares que medirán 73 metros de punta a punta. Su estructura dorada y azul, de más de 800 metros cuadrados, convertirá la energía del Sol en 64.000 watios de electricidad, suficiente para satisfacer el consumo de 30 viviendas convencionales.
Como el Astro Rey reflejará su luz en los paneles, la ISS se convertirá en uno de los objetos más luminosos del firmamento: su brillo sólo será superado, de momento, por la Luna y la estrella Sirius.
Ayer, responsables de la NASA asumían que en el caso de que no se pudieran desplegar completamente las alas «no constituía un problema grave» porque tal y como está, se está generando corriente eléctrica.
Los cinco miembros de la tripulación del Endeavour han llevado los regalos de Navidad a la Expedición Uno, los tres habitantes que desde hace un mes viven en la ISS. Sin embargo, aunque la nave esté anclada a la Estación, las compuertas están selladas y los astronautas de las dos misiones no podrán darse la mano hasta el viernes, día en el que ya no se tendrá que salir más al espacio exterior. Y es que, de momento, la presión del trasbordador es inferior a la de la Estación.
Miércoles, 6 de diciembre de 2000.
La Estación Espacial Internacional ya tiene instalados paneles solares.
HOUSTON.- Los astronautas Carlos Noriega y Joe Tanner realizaron ayer su segundo paseo espacial en la misión del transbordador Endeavour para permitir que la Estación Espacial Internacional (ISS) utilice la energía de sus nuevos paneles solares.
A casi 400 kilómetros de altitud sobre la Tierra, el complejo espacial, también llamado Estación Alfa, avanza poco a poco en su ejecución y ya tiene completamente instalado el primer par de paneles solares que la alimentarán.
Los cinco astronautas del transbordador Endeavour trabajan en la nave y también en el exterior del complejo, mientras que la Expedición Uno, los tres tripulantes que ocupan desde hace más de un mes la estación, realizan desde el interior comprobaciones.
Hasta el viernes no está previsto que ambas tripulaciones se encuentren, porque es necesario mantener diferente presión en la nave y en el complejo durante los trabajos, explicó la NASA.
Hasta ahora, la ISS tiene incorporados tres módulos, estructuras de soporte, puertos de atraque y los paneles solares, pero en enero está prevista la llegada del primer laboratorio propiamente dicho, el estadounidense Destiny.
La misión del Endeavour, la séptima de un transbordador de la NASA, se mantendrá hasta el 11 de diciembre. Serán casi 11 días de trabajos para dar un impulso al complejo, que tendrá 100 módulos y será un laboratorio permanente de investigación del hombre fuera de la Tierra.
Quienes son los tripulantes.
Brent W. Jett. Comandante.
Comandante de la Armada de los Estados Unidos, 42 años, casado. Piloto de cazabombarderos F-14 Tomcat, piloto de pruebas y alumno de la Escuela de Armas de Combate de la Marina (Topgun), suma 3.500 horas de vuelo en 30 diferentes aeronaves, con 450 aterrizajes en portaaviones. Estuvo 459 horas en el espacio como piloto de las misiones STS-72 (enero de 1996) y STS-81 (enero de 1997), y debuta ahora como máximo responsable.
Michael J. Bloomfield. Piloto.
Teniente coronel de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, 41 años, casado, dos hijos. Piloto de pruebas y de combate asignado a cazabombarderos F-15, sometió a ensayos a todos los modelos del avanzado F-16. Debutó en el espacio con el Atlantis como piloto de la misión STS-86 (septiembre-octubre 1997) que tuvo a su cargo el séptimo acoplamiento con la estación espacial rusa Mir. Esta será su segunda estada en órbita.
Joseph R. "Joe" Tanner. Ingeniero de vuelo / Caminante espacial.
Ingeniero aeroespacial y ex piloto naval, 50 años, casado, dos hijos. Su primera experiencia en órbita fue a bordo del Atlantis en la misión STS-66 (noviembre de 1994), y volvió en el Discovery en la STS-82 (febrero de 1997) para llevar adelante dos de las cinco caminatas espaciales con que esa tripulación completó el segundo service al Telescopio Hubble. Ahora tendrá a su cargo otras tres salidas fuera de la nave, junto con Carlos Noriega.
Carlos I. Noriega. Especialista / Caminante espacial.
Teniente coronel de la Infantería de Marina de los Estados Unidos nacido en Lima (Perú), 41 años, casado, cinco hijos. Piloto e instructor de helicópteros y experto en informática, fue responsable del desarrollo e integración de sistemas de alerta misilística en una base de la Fuerza Aérea. Acredita 221 horas en el órbita con la misión STS-84 (1997), y en este nuevo viaje afrontará tres caminatas espaciales, acompañado por Joe Tanner.
Marc Garneau. Especialista / Operador del brazo robot.
Astronauta de la Agencia Espacial Canadiense (CSA), doctor en física, ingeniero electrónico y ex capitán de la Armada de su país, 51 años, casado, tres hijos. Experto en armas navales, desarrolló varios sistemas para la artillería de mar y suma 437 horas en el espacio como especialista de las misiones STS-41G (Challenger, octubre de 1984) y STS-77 (el mismo Endeavour, abril de 1996).
La Estación Espacial ya es el tercer objeto más brillante en el espacio.
Los astronautas de la Nasa intentarán abrir de nuevo uno de los paneles solares de la Estación Espacial Internacional, cuyo despliegue falló parcialmente esta madrugada.

Otro de ellos brilla potentemente con el reflejo de la luz del sol. Una sección del ala izquierda no se desplegó debido a que uno de los cierres que controlaban su despliegue no respondió a las órdenes enviadas por ordenador. Aun así, Noriega no pudo evitar exclamar «es hermoso» mientras los paneles, que viajaron doblados y fueron instalados así, se desplegaban en el espacio.
Los técnicos de la NASA se pusieron inmediatamente a estudiar posibles soluciones al cierre bloqueado, mientras que otro equipo analizaba el grado de tensión del panel que se desplegó totalmente, y que ya produce energía eléctrica.
Los paneles, de 73 metros de envergadura, forman parte de una estructura de 17 toneladas que incluye un soporte, elementos electrónicos y radiadores de refrigeración.
Tras el laborioso proceso de instalación, las tripulaciones del transbordador espacial 'Endeavour' y de la estación internacional 'Alfa' sufrieron un momento de gran tensión, ya que los paneles no obedecieron a la orden de despliegue. Los técnicos del centro de control de la misión en Houston (Texas) descubrieron que se debió a un fallo del programa informático del ordenador que emitía las órdenes. Tras enviar a través del espacio un nuevo programa, el ordenador del 'Endeavour' finalmente pudo dar la orden.
Como unas alas de avión
Los dispositivos de células tienen una superficie «superior a la extensión de las alas de un Jumbo 747» y capacidad para generar energía suficiente como «para el funcionamiento de 30 casas», ha afirmado Bob Cabana, astronauta que cumple funciones de director de integración del complejo espacial. «La misión específica de esta tripulación es incorporar a la estación la estructura mayor, más pesada y más compleja transportada hasta ahora por un transbordador», ha explicado Ron Dittemore, director del programa de este tipo de navíos espaciales.

Además de Tanner y Noriega, la tripulación del 'Endeavour' está formada por su comandante, Brent Jett, el piloto Michael, Bloomfield y un astronauta de la Agencia Espacial Canadiense, Marc Garneau.
En una órbita a más de 300 kilómetros de la Tierra, los inquilinos de la ISS, los rusos Yuri Gidzenko y Sergei Krikalyov y su comandante estadounidense, Bill Shepherd, ocupan sólo dos de los tres módulos del complejo, debido a la carencia de energía suficiente. Una vez instalados los paneles, ocuparán el tercer módulo, llamado 'Unidad', y trabajarán en otro, el laboratorio espacial 'Destino', que debe llegar a la estación en enero próximo.
También está previsto instalar baterías nuevas, radiadores y un sistema de comunicaciones en la Estación Espacial Internacional, proyecto en el que participan varios países europeos, Japón, Canadá y EEUU.
Viernes, 8 diciembre de 2000.
Dos astronautas arreglaron en 5 minutos un panel solar de la ISS.
Con el objetivo de tensar manualmente uno de los dos gigantescos paneles solares instalados sobre la Estación Espacial Internacional (ISS), los dos astronautas del Endeavour Joe Tanner y Carlos Noriega iniciaron a las cuatro y media de la tarde (hora peninsular) de ayer su tercer paseo espacial en una semana, el último de los previstos en esta misión. A pesar de que el centro de control había previsto complicaciones que podían alargar mucho la operación, los astronautas lograron reintroducir dos cables en el sistema de poleas del panel en apenas cinco minutos, informa Reuters.
Con anterioridad, los técnicos cambiaron la orientación de los paneles solares de forma que no generasen apenas electricidad, para evitar la posibilidad de que una descarga eléctrica afectara a los astronautas. También antes, se activaron los dos cables que, a modo de toma de tierra, se han instalado para minimizar este riesgo. Desde el interior del transbordador se dio la orden de plegar ligeramente el panel, de más de 30 metros de longitud, y los astronautas fueron reintroduciendo en las ranuras los dos cables que se habían salido en el curso del rápido despliegue del primer panel el pasado domingo, durante el primer paseo espacial de Tanner y Noriega. El segundo panel solar, que no respondió en principio a la orden de despliegue, fue desplegado mucho más despacio pero sin incidentes al día siguiente. A pesar de que ya generan la electricidad prevista, los paneles tienen que estar tensos para poder soportar las continuas idas y venidas del transbordador en los próximos años y los propios movimientos de la estación.
Posteriormente, los astronautas instalaron sobre un mástil en la torre que soporta los paneles solares una sonda para medir el voltaje alrededor de la estación, lo que indicará también a los técnicos del centro de control si están cumpliendo su función los cables de tierra.
Terminados los paseos espaciales, los cinco tripulantes del transbordador y los tres habitantes de la estación podrán por fin encontrarse hoy, cuando se abra la escotilla de comunicación entre ambas naves.
Sábado, 9 Diciembre de 2000.
La tripulación del 'Endeavour' entra en la estación espacial y se une a sus inquilinos.
Los ocho astronautas se fundieron en abrazos y se hicieron las fotografías de grupo.
Los cinco astronautas del transbordador Endeavour y los tres que viven en la Estación Espacial Internacional (ISS) desde hace 39 días se fundieron ayer en abrazos cuando los primeros entraron en la base orbital. El Endeavour atracó en la ISS hace una semana, pero, debido a las operaciones de montaje de los paneles solares ya completadas, no se abrieron las escotillas de conexión hasta ayer. Los dos grupos de astronautas habían mantenido comunicación por radio. Hoy se vuelven a cerrar las escotillas del complejo orbital y el transbordador emprende el regreso a la Tierra.
"La tripulación pide autorización para entrar a bordo", dijo el comandante del Endeavour, Brent Jett. "Autorización concedida", contestó la tripulación de la estación. Las escotillas de conexión se abrieron a las 15.36, hora peninsular española. Los cinco astronautas del transbordador -vestidos de rojo- y los tres de la ISS -vestidos de azul- se abrazaban y se daban la mano pocos minutos después. En la sesión fotográfica posaron todos juntos y por parejas.
Los tripulantes del Endeavour (Jett, Mike Bloomfield, Joe Tanner, Carlos Noriega y Marc Garneau) llevaron regalos a sus colegas de la ISS (el estadounidense Bill Shepherd y los rusos Yuri Gudzenko y Serguei Krikaliov). Estos tres últimos se quedarán de nuevo solos en su casa orbital, cuando el transbordador se separe hoy de la estación y, tras volar alrededor de ella para tomar fotografías, emprenda el camino de regreso a la Tierra. La llegada está prevista para el próximo lunes.
Las escotillas de conexión entre la nave y el complejo orbital se han tenido que mantener cerradas durante toda la semana mientras los astronautas del Endeavour realizaban tres paseos espaciales para montar grandes paneles solares que aumentan significativamente el suministro eléctrico al complejo. Estas operaciones exigían mantener la presión del aire dentro del transbordador más baja que la de la ISS. Una vez completados los paseos espaciales, se subió la presión del Endeavour para igualarla a la de la estación y se pudo abrir la escotilla.
Gracias a la energía que suministran ahora los nuevos paneles (de 73 metros de longitud), los astronautas pueden utilizar los tres módulos de la ISS, accediendo al Unity estadounidense. Hasta ahora, los tripulantes estaban limitados a desenvolverse por los segmentos rusos Zaría y Svezda.
Sacar la basura en la casa orbital.
Paseos espaciales, montajes arriesgados, llegadas y partidas de naves... las jornadas de los inquilinos de la ISS son insólitas. Pero también tienen que cocinar, limpiar las instalaciones, sacar la basura, comunicarse con sus allegados y distraerse, como millones de personas que viven en la superficie terrestre.
Los alimentos van a la estación en los transbordadores estadounidenses y en los vehículos rusos. "La mayor parte de la comida está procesada y empaquetada en bolsas o en latas. Algunas cosas están deshidratadas y los astronautas añaden agua caliente para comérselas; otras van ya listas y sólo hay que calentarlas", explica Vicki Kloeris, directora de Subsistemas de Alimentación para la Estación.
Pero también se envían a los astronautas productos frescos, como frutas, siempre y cuando no exijan refrigeración. "La comida se almacena en la ISS a temperatura ambiente. En el futuro habrá un pequeño refrigerador, pero debido a los requisitos de suministro eléctrico no podrá utilizarse continuamente", dice Kloeris. Para cocinar, por ahora, los astronautas tienen unos hornos pequeños de convección; luego se instalarán microondas.
El agua se aprovecha del espacio y los ingenieros pretenden que el reciclado supere el 95% en la ISS, pero se generan residuos que hay que tirar. Cada transbordador regresa a la Tierra con la basura que los astronautas meten en recipientes sellados. La otra alternativa son las naves de carga rusas Progress , que irán llevando vituallas; luego, los inquilinos de la ISS meterán en esas naves vacías bolsas de la basura que acabarán incineradas al entrar en la atmósfera.
La primera tripulación permanente de la ISS está trabajando intensamente para montar los sistemas. "El mayor reto es comprimir 30 horas en una jornada laboral de 18 horas", ha comentado el comandante Shepherd. Pero los astronautas tienen que disfrutar de ratos de ocio, cuando no están trabajando, durmiendo o haciendo gimnasia (para su mantenimiento físico). Ajedrez y damas, grabaciones de música y películas serán los entretenimientos habituales.
Por recomendación de los expertos rusos, en la ISS se combatirá la sensación de aislamiento. Cada tripulante tendrá una videoconferencia con su casa por semana, y todos tendrán correo electrónico diariamente.
La ISS se verá desde España.
Con sus nuevos paneles solares, la Estación Espacial Internacional (ISS) se ha convertido en el tercer objeto más brillante que se observa en el cielo nocturno.
Su aparición en la bóveda celeste se debe a que, en algunos tramos de su órbita alrededor de la Tierra, recibe la luz del Sol y destaca justo después del ocaso y antes del amanecer. Durante el resto de la noche, la ISS no se ve porque se desplaza por la zona de sombra del propio planeta.
Dado que la ISS sigue una órbita inclinada respecto al ecuador (51.3 grados), no siempre hace el mismo recorrido en el cielo. Mañana pasará siete veces sobre la Península Ibérica, pero sólo será visible durante una de ellas: la cuarta.
Lunes, 11 de Diciembre de 2000
El Endeavour asomó de la oscuridad y descargó su imponente silueta en el nido de nubes de caucho quemado que levantó en la pista 15 del Centro Espacial Kennedy.
Eran las 23:03:25 GMT, el instante en que terminó la última misión del 2000 para un transbordador y una de las más espectaculares que hayan llegado a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Minutos antes había rayado el cielo de Guatemala como un meteoro incandescente, saltó un tramo del Golfo de México, entró impetuoso en la Florida y dio un vertiginoso giro escarpado guiado por el instrumental de aterrizaje más avanzado para enfrentar la pista con la nariz al Sudeste.
"Houston, ruedas detenidas", anunció el comandante, Brent Jett, 55 segundos después de haber posado al Endeavour.
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