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@José Miguel Esteban

SONDA MARS ODYSSEY

 

Jueves, 05 de Abril de 2001.
La NASA vuelve a Marte en busca de indicios de vida en el planeta.
Un cohete Delta II, con el Mars Odyssey 2001 a bordo, despegará el próximo sábado — La llegada al 'planeta rojo' se espera para el 24 de octubre de este año.
WASHINGTON.- La NASA enviará el próximo sábado a Marte la nave espacial 2001 Mars Odyssey, en un viaje que, superados los fallos de dos misiones anteriores, pretende buscar las supuestas claves de la vida en el planeta rojo.
El Mars Odyssey, que lleva este nombre en homenaje al clásico de la ciencia ficción '2001:Una Odisea en el Espacio', premonitorio en muchos aspectos de la astronáutica, hará un largo viaje de 200 días hasta Marte para buscar allí cualquier vestigio de agua.
Los científicos de la agencia espacial estadounidense han repasado uno por uno todos los sistemas de la nave y los pasos de la misión, después de que en 1999 se perdieran dos aparatos, el Mars Climate Orbiter y el Mars Polar Lander destinados a explorar el planeta.
Marte, que tiene un tamaño equivalente a la mitad de la Tierra, es, en muchos aspectos, similar a nuestro planeta. Tiene atmósfera, aunque no sea respirable, y estaciones, debido a la inclinación de su eje de rotación, pero es mucho más frío (23 grados centígrados bajo cero de media) y su superficie está barrida por el viento.
El robot Sojourner y la nave Pathfinder demostraron en 1997 que el árido suelo marciano no alberga vida tal como los humanos la entendemos, pero las imágenes captadas por otro artefacto en órbita del planeta, el Mars Global Surveyor, han mostrado lo que parecen ser cursos recientes de agua.

En busca de agua.
La misión del 2001 Mars Odyssey, que va a durar un año marciano, el equivalente a unos 29 meses de la Tierra, consistirá en buscar indicios de ese agua, de modo que puedan dirigirse futuras misiones hacia un punto determinado de la superficie.
Un cohete Delta II, con el Mars Odyssey 2001 a bordo, despegará el próximo sábado, a las 15.32 GMT (17.32, hora española), desde una base militar en Cabo Cañaveral, en Florida.
La llegada a Marte se espera para el 24 de octubre de este año, cuando la nave encienda sus motores para que pueda ser capturada en una órbita elíptica alrededor del planeta, primero cada 17 horas y después cada 11.
La nave viaja provista de tres complejos sistemas de medición, con el fin de registrar cualquier dato atmosférico y geológico que pueda revelar la presencia de aguja o actividad orgánica.
Un espectrómetro de rayos gamma medirá la abundancia de hidrógeno, lo que puede ser indicativo de una mayor presencia de agua, mientras que un sistema de imágenes de emisiones termales obtendrá un mapa de los recursos minerales del planeta.
Finalmente, un medidor de radiaciones estudiará el posible peligro que pudiera existir para futuros astronautas enviados a Marte.

Futuro aterrizaje en el planeta rojo.
Con estos instrumentos, se espera obtener una completa información que permita elegir el punto al que deberá dirigirse la primera misión destinada a posarse en Marte, que no despegará antes de la próxima década, según la NASA.
«Antes de enviar una misión tripulada hay que conocer perfectamente el lugar al que se dirige», afirma Scott Hubbard, director del Programa de Exploración de Marte de la NASA.
La NASA ha diseñado un ambicioso programa de exploración de Marte para las próximas dos décadas, el primero de cuyos envíos es el que está a punto de despegar a finales de esta semana.
Para 2005, la agencia espacial espera enviar una «poderosa misión investigadora», según ha señalado Ed Weiler, Administrador adjunto de ciencias del Espacio de la NASA. Pero la fecha para la primera misión que traerá muestras de Marte a la Tierra no llegará antes del 2010.
Los errores cometidos con el Mars Climate Orbiter, perdido por un error en los cálculos, y del Mars Polar Lander, cuyo destino en el planeta se ignora, han hecho que las misiones deban de ser cuidadosamente estudiadas para evitar nuevos errores, han señalado fuentes de la agencia espacial.

Domingo, 21 de octubre de 2001
La llegada de la «Mars Odyssey» pone en juego el futuro de la NASA
Un nuevo fracaso puede paralizar indefinidamente la exploración de Marte
Nervios, nervios y más nervios. Esa es la situación que define estos días a la NASA. En la madrugada del próximo martes al miércoles la Mars Odyssey, la nave destinada a descubrir si Marte es un inhóspito desierto o si, por el contrario, alberga agua en su superficie y algún rastro de vida, entrará en la órbita del Planeta Rojo.
Tras los sonados fracasos de 1999, cuando la Mars Climate Orbiter se estrelló contra la superficie del planeta por un fallo en el cambio de unidades del sistema internacional al anglosajón los técnicos confundieron millas y kilómetros y el Mars Polar Lander, destinado a recorrer la superficie, se cree que se precipitó por un barranco no cartografiado, los científicos estadounidenses intuyen que, por el bien de la carrera espacial, esta misión no permite fallos.

Miércoles, 24 de Octubre de 2001
La sonda 2001 Mars Odyssey acaba de insertarse con éxito en la órbita de Marte y ahora continúa con el proceso de aerofrenado.
Después de 200 días de viaje interplanetario recorriendo más de 460 millones de kilómetros, el módulo de unos 10 metros cúbicos, que alberga sofisticados aparatos de investigación, deberá insertarse en la órbita marciana.
La cuenta atrás de esta operación comenzó el pasado lunes, pero la fase más compleja comenzará este miércoles. En ella, la Mars Odyssey, mientras se va acercando al polo norte del planeta, deberá poner en marcha su motor principal. Los tanques de fuel se presurizarán y 262,8 kilogramos de propelente se quemarán en 20 minutos. Esto permitirá disminuir la velocidad de la nave para dejarse atrapar por la órbita marciana.

Controles de seguridad
«Todo está preparado para la inserción en la órbita», confirmó ayer Matthew Landano, director del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
En principio, la operación no resulta muy difícil, pero los responsables de la agencia estadounidense saben que si esta vez vuelve a salir algo mal, el programa de investigación de Marte tiene muchas posibilidades de bloquearse.
«Esta vez no nos hemos conformado con los controles de seguridad habituales. Hemos tratado de preveer cualquier nimia vicisitud que pueda poner en riesgo el éxito de esta misión», explicaba el pasado abril, justo antes del lanzamiento, George Pace, gerente del proyecto.
No obstante, la situación en Marte ha cambiado desde abril, porque en julio se desató una tormenta de polvo y viento que aún no ha finalizado y que los científicos han calificado como la más intensa jamás observada. Pero como la nave no tiene por objetivo la superficie, sino que orbitará a 400 kilómetros, se supone que la tormenta no le afectará.

Nueva situación
Al menos es lo que todos esperan, porque en la Tierra el panorama también ha cambiado bastante desde abril, sobre todo en Estados Unidos. Los responsables de la NASA saben que con la situación de incertidumbre económica, la guerra en la que está implicado el país y con un presidente, George W. Bush, poco interesado en saber dónde se esconde el agua y la vida en el Planeta Rojo, el proyecto de investigación de Marte no soportaría la perdida de una sonda como la Mars Odyssey, que ha costado unos 331 millones de euros (55.200 millones de pesetas).
Esta nave de investigación es la más sofisticada de cuantas se han enviado. Entre sus instrumentos destaca un espectrómetro de rayos gamma capaz de detectar la presencia de hidrógeno.
«Por primera vez tenemos en Marte una nave capaz de encontrar pruebas de la presencia de agua cerca de la superficie del planeta y de cartografiar depósitos que hubiesen contenido agua en el pasado», ha señalado Steve Saunders, científico del proyecto.
Otra novedad es la cámara de infrarrojos THEMIS, que analizará qué elementos y minerales componen la superficie marciana y, sobre todo, si existen zonas calientes, lo que demostraría una actividad volcánica reciente.
El programa de investigación de Marte de la NASA contempla el envío en 2003 de los vehículos Mars Rovers, que recorrerán la superficie del planeta, dos nuevas naves laboratorio en 2005 y 2007 y, en 2011, la Mars Sample Returns, encargada de recoger muestras y, por primera vez, traerlas de vuelta. La Agencia Espacial Europea enviará la Mars Express en 2003.
Las misiones tripuladas no están contempladas como mínimo hasta después del 2015. No obstante, todos estos plazos pueden estirarse, incluso indefinidamente, si la operación del miércoles fracasa, o adelantarse si se descubre algo verdaderamente sorprendente.Todos cruzan los dedos.

Banda sonora espacial
El compositor griego Vangelis, ganador de un Oscar por la banda sonora de Carros de Fuego, ha puesto música a la nueva misión de la NASA en Marte y lo ha grabado en un disco que, con el nombre de Mythodea saldrá a la venta el próximo día 24 de octubre, coincidiendo con la llegada del satélite americano al Planeta Rojo.
La grabación une a Vangelis, interpretando y componiendo sobre sus teclados, y a las aclamadas sopranos Kathleen Battle y Jessye Norman como solistas, junto a un coro de 120 voces, y una completa orquesta a la que se añaden 20 percusionistas.
El álbum fue grabado durante un concierto que ofreció en Atenas en el Templo de Zeus a los pies de la Acrópolis, filmado también para ser emitido por cadenas de televisión de todo el mundo y en el que las imágenes del laboratorio de la NASA se intercalaban con iconos mitológicos.

Miércoles 29 de Mayo de 2002
La sonda Mars Odyssey ha encontrado grandes cantidades de agua en Marte mediante un método similar al de la Lunar Prospector.
El pasado 10 de marzo, los primeros resultados de los instrumentos de la Mars Odyssey indicaron ya que podría haber mucha agua bajo la superficie de Marte, posiblemente como en el permafrost de Siberia y otros lugares helados. Ahora se confima. Más al Sur que la latitud 60 S, hasta el casquete polar Sur, hay átmoso de hidrógeno interactuando con la radiación cósmica, soltando neutrones y rayos gamma que los sensores de esta sonda terráquea detecta, y analiza para determinar la proporción, abundancia.
Teledetección geológica a lo bestia, en el planeta rojo. Del polo norte aún no sabemos mucho, pero es que ahora es allá invierno y anda el clima muy movido.
¡Agua en Marte! Los escenarios que la NASA ha ido vendiendo en los últimos años se van confirmando: el agua que una vez (o varias veces) fluyó libremente por la superficie marciana, erosionando valles y lagos, etá ahí aún, bajo la superficie, posiblemente helada. Y, claro, si alguna actividad térmica es capaz de fundirla, aparecerán surgientes (vulcanismo, impactos...). ¿Cómo no imaginar que en algún momento, los ingredientes adecuados para la aparición de la vida hayan estado ahí, en el momento justo, en las circunstancias desconocidas eso sí adecuadas?
En cualquier caso, sabemos -o creemos razonable pensar, que viene a ser lo mismo- que la vida en Marte nunca pudo llegar a ser un fenómeno global, de haber nacido.
No hay en Marte las enormes modificaciones que la vida provoca en el planeta donde aparece (léase: la Tierra). Ahora, esa atmósfera tenue que deja pasar tan ricamente las energéticas radiaciones solares, esteriliza continuamente la superficie. No es que sea imposible imaginar escenarios donde pertinaces marcianos -me temo que no de color verde, por mucha clorofila que nos vendan- consiguen sobrevivir en esas condiciones.
Pero igual son, o fueron en algun(os) momento(s) experimentos suicidas. Habrá que ir a verlo... y ya se airean de nuevo los planes de mandar una misión tripulada para dentro de unos 20 años.